Las enzimas se definen como los catalizadores de las reacciones bioquímicas que se producen en el organismo, es decir, moléculas que se encargan de acelerar el ritmo de alguna acción biológica, pero sin participar en dicha reacción. Probablemente, no se ha valorado adecuadamente el trabajo tan importante realizado por estas sustancias.
Sin embargo, aunque las enzimas no intervienen en la reacción, toda reacción química requiere de una enzima específica para llevarse a cabo porque, si no es así, tardaría mucho tiempo en que ocurriera o incluso no se produciría.
Cualquier ser vivo, ya sea animal o planta requiere la presencia de enzimas para continuar viviendo. De hecho, cualquier alimento crudo y fresco contiene sus propias enzimas que ayudarán a su digestión.
Estas enzimas descomponen los alimentos en componentes muy pequeños para que el organismo los pueda absorber. Desgraciadamente, calentando la comida se desactivan estas enzimas volviéndose incapaces de cumplir su función.
Las enzimas digestivas son sustancias clave en nuestro sistema digestivo que nos ayudan a descomponer los alimentos que consumimos. Son proteínas especializadas que actúan como catalizadores para acelerar las reacciones químicas de la digestión. Funcionan descomponiendo los carbohidratos, las proteínas y las grasas en moléculas más pequeñas que nuestro cuerpo puede absorber y utilizar para obtener energía y nutrientes.
Las partes del sistema que participan en la secreción de enzimas son la boca, el estómago, el intestino delgado (sobre todo, el duodeno), páncreas, hígado y vesícula biliar. En el colon existen enzimas, pero provienen de la microbiota intestinal y no son segregadas por el organismo.
Es evidente que una microbiota equilibrada contribuye a una digestión adecuada de los alimentos, además de sus múltiples funciones.
Existen diferentes tipos de enzimas digestivas, cada una con un rol específico en la descomposición de diferentes tipos de alimentos. Trabajando juntas, estas enzimas aseguran una adecuada digestión y absorción de los nutrientes.
Enzimas que actúan sobre los hidratos de carbono
Enzimas que actúan sobre las proteínas
Enzimas que actúan sobre los lípidos
Las enzimas digestivas brindan grandes beneficios para la salud. Sin enzimas digestivas, es decir, sin ese trabajo en conjunto para descomponer los alimentos y extraer nutrientes, no podríamos sobrevivir.
Entre los principales beneficios de estas enzimas se puede destacar:
Si no hay suficiente cantidad de enzimas, no se podrá obtener los beneficios y nutrientes esenciales de los alimentos, lo cual puede llevar consigo un déficit en determinados nutrientes aun comiendo cantidades adecuadas.
La presencia de enzimas en el proceso digestivo evita los muchos síntomas de una mala digestión, menos gases, distensión abdominal y menor tendencia al estreñimiento o la diarrea.
Un exceso de ácido en el intestino trae consigo efectos no deseados, pero incorporar alimentos con enzimas naturales puede equilibrar el pH del intestino a valores adecuados.
Si se padece el síndrome de intestino permeable, las enzimas pueden desempeñar un papel clave en el proceso de curación ya que pueden facilitar el proceso digestivo y reducir el “estrés” en el intestino.
Existen ciertos trastornos que pueden dificultar la secreción de suficientes enzimas digestivas para digerir completamente los alimentos. Algunas son consecuencia de la genética y otras, simplemente, consecuencia de la edad.
La más conocida es la intolerancia a la lactosa que puede tener un carácter hereditario, puede ser persistente o no o se desarrolla a raíz de otras enfermedades como la celiaquía o Crohn que dañan la pared intestinal.
El aporte de alimentos ricos en enzimas digestivas puede acelerar la digestión de ciertos nutrientes. Entre ellos hay que destacar frutas tropicales como las ya mencionadas piña y papaya, kiwi, mango y verduras fermentadas.
También es importante destacar que existen en el mercado farmacéutico, complementos alimenticios que contienen una mezcla enzimática de amilasa, proteasa, lactasa, lipasa y celulasa, así como carbonato de calcio, bicarbonato de sodio, hinojo y jengibre que contribuirán a mejorar los procesos digestivos.
¡Que el menú de hoy no te fastidie la sobremesa!
Bibliografía:
1. https://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/11332/CC-77%20art%202.pdf?sequence=1