Niveles de vitamina D: ¿cómo cuidarlos en invierno?

El invierno trae consigo tardes acogedoras en casa y paseos abrigados, pero también puede significar un reto para mantener los niveles adecuados de vitamina D. ¿Sabías que esta vitamina es clave para tu salud ósea, tu sistema inmunológico e incluso tu estado de ánimo? Durante el invierno, la exposición solar disminuye, lo que dificulta que el cuerpo produzca suficiente vitamina D. Esto puede llevar a un déficit con consecuencias como debilidad ósea, mayor susceptibilidad a infecciones y, en algunos casos, alteraciones del estado de ánimo.

En este artículo, descubrirás por qué es tan importante y cómo puedes mantener sus niveles a raya durante los meses fríos.

¿Qué es la vitamina D y por qué es tan importante?

La vitamina D, también conocida como “la vitamina del sol”, es esencial para la absorción de calcio y fósforo en el organismo, ambos cruciales para unos huesos fuertes. También juega un papel vital en el funcionamiento del sistema inmunológico y la salud muscular

La vitamina D se presenta principalmente en dos formas biológicamente relevantes: D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol).

  • Vitamina D2: Proviene de fuentes vegetales y hongos expuestos a la luz ultravioleta. Aunque es efectiva para aumentar los niveles de vitamina D, su potencia es algo inferior en comparación con la D3. Esto se debe a que la D2 tiene una menor afinidad por las proteínas que transportan la vitamina D en el organismo, lo que afecta su biodisponibilidad y tiempo de permanencia en el sistema.
  • Vitamina D3: Es la forma más natural y eficaz para los humanos, ya que se sintetiza en la piel mediante la exposición al sol y se encuentra en alimentos de origen animal como el pescado graso, la yema de huevo y el hígado. Los estudios demuestran que la vitamina D3 es más efectiva que la D2 para elevar y mantener los niveles de vitamina D en el cuerpo debido a su mejor absorción y una vida media más prolongada en la sangre.

Por esta razón, la mayoría de los suplementos alimenticios incluyen vitamina D3, ya que proporciona mejores resultados en términos de eficacia y mantenimiento de niveles adecuados.

La importancia del sol en la vitamina D

La principal fuente de vitamina D es el sol. Cuando los rayos UVB entran en contacto con la piel, estimulan la producción de esta vitamina. Sin embargo, en invierno, los días son más cortos, la ropa cubre más piel y la inclinación del sol hace que la cantidad de rayos UVB disponibles sea menor, sobre todo en zonas alejadas del ecuador.

Fuentes alimenticias de vitamina D

Aunque el sol es la mejor fuente, la dieta también puede ayudar. Algunos alimentos ricos en vitamina D incluyen:

  • Pescados grasos como salmón, caballa y sardinas.
  • Huevos (especialmente la yema).
  • Lácteos y bebidas vegetales fortificadas.
  • Hígado de ternera.
  • Hongos expuestos a rayos UV.

Para personas celíacas o con restricciones dietéticas, como quienes siguen una dieta vegana, es importante buscar alimentos fortificados o considerar suplementos.

Trucos para mantener los niveles de vitamina D en invierno

En invierno, debido a la menor exposición solar y a la intensidad reducida de los rayos UVB, es esencial adoptar hábitos que ayuden a mantener niveles adecuados de vitamina D. Aquí van más estrategias saludables:

  • Alimentos ricos en vitamina D

    1. Incrementa el consumo de alimentos naturalmente ricos en vitamina D como:
      • Pescado azul (salmón, caballa, sardinas).
      • Yema de huevo.
      • Hígado de res.
    2. Busca productos fortificados, como leche, cereales, yogures y jugos, que suelen contener vitamina D añadida.
  • Suplementos alimenticios 

En regiones con inviernos largos o poca luz solar, considera un suplemento de vitamina D3 tras consultar con un médico. La dosis recomendada varía según la edad, el estado de salud y los niveles séricos de vitamina D.

  • Exposición al sol siempre que sea posible 

Aprovecha los días soleados, incluso en invierno. Exponerse al sol en brazos, rostro y piernas durante 10-15 minutos al mediodía puede ser beneficioso, dependiendo de la latitud y la intensidad del sol.

  • Incluir grasas saludables

La vitamina D es liposoluble, por lo que consumir grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva) ayuda a mejorar su absorción en el intestino.

  • Actividad física al aire libre

Aunque la luz solar en invierno es limitada, hacer ejercicio al aire libre ayuda a maximizar cualquier exposición disponible y mejora la salud general.

  • Mantener un peso saludable 

La obesidad puede reducir la biodisponibilidad de la vitamina D, ya que esta se almacena en el tejido graso. Mantener un peso adecuado puede optimizar los niveles de vitamina D.

  • Evitar el tabaco y el exceso de alcohol

Ambos factores pueden interferir en el metabolismo de la vitamina D, por lo que limitar su consumo puede ser beneficioso.

Complementos alimenticios de vitamina D y su asociación con la vitamina K

En algunos casos, especialmente en invierno, los suplementos de vitamina D pueden ser necesarios. Busca opciones que incluyan vitamina K2, ya que esta ayuda a dirigir el calcio a los huesos y evita que se acumule en arterias o tejidos blandos.

Consulta siempre a tu médico antes de comenzar un suplemento para asegurarte de que es adecuado para ti y de que sigues la dosis correcta.

Consecuencias de un déficit de vitamina D

La deficiencia de vitamina D puede pasar desapercibida, pero sus efectos pueden ser serios:

  • Huesos frágiles: Incrementa el riesgo de osteoporosis y fracturas.
  • Sistema inmunológico debilitado: Mayor susceptibilidad a resfriados y otras infecciones.
  • Fatiga y debilidad muscular: Puedes sentirte más cansado de lo habitual.
  • Problemas emocionales: Relación con estados de ánimo bajos, como la depresión estacional.

¿Cuáles son los niveles adecuados de vitamina D?

Los niveles recomendados de vitamina D pueden variar según la edad y las condiciones de salud. En general:

  • Niños y adultos: 20-30 ng/mL (nanogramos por mililitro).
  • Personas mayores: Podrían requerir niveles ligeramente más altos para prevenir problemas óseos.

La vitamina D se mide en Unidades Internacionales (U.I.) para unificar criterios en la evaluación de dosis y concentraciones, dado que es un nutriente esencial que puede estar presente en diversas formas químicas.

  • Definición de U.I.: Una unidad internacional corresponde a una cantidad estandarizada que produce un efecto biológico específico. En el caso de la vitamina D:
    • 1 U.I. equivale a 0.025 microgramos de colecalciferol (D3) o ergocalciferol (D2).

Esta medida permite a profesionales de la salud comparar y ajustar dosis de vitamina D en alimentos, suplementos y medicamentos de manera consistente, independientemente de la forma química del compuesto. Es particularmente útil porque facilita la traducción de dosis prescritas en términos prácticos para los consumidores.

Mantener niveles adecuados de vitamina D en invierno no solo mejora tu salud física, sino también tu bienestar general. Adopta estos trucos y disfruta de un invierno lleno de energía y vitalidad.