La relación entre microbiota e inmunidad es más importante de lo que crees

¿Sabías que en tu intestino habitan trillones de microorganismos que trabajan incansablemente para mantenerte sano? Este pequeño universo interno, conocido como microbiota intestinal, desempeña un papel crucial en el sistema inmunológico. Si tú o tus hijos sufrís infecciones frecuentes y terminas recurriendo a antibióticos varias veces al año, es hora de entender cómo la microbiota y la inmunidad están conectadas y qué puedes hacer para cuidarlas.

¿Qué es la microbiota intestinal y por qué es tan importante?

La microbiota intestinal es el conjunto de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos que viven en nuestro tracto intestinal. Aunque puede sonar extraño tener bacterias dentro de nosotros, muchas de ellas son beneficiosas y ayudan en procesos vitales como:

  • Defendernos de patógenos: Actúan como una barrera protectora frente a microorganismos dañinos.
  • Regular el sistema inmunológico: Comunican mensajes a nuestras defensas para que reaccionen adecuadamente ante amenazas.
  • Ayudar en la digestión: Facilitan la descomposición de alimentos y la absorción de nutrientes esenciales.

Un desequilibrio en la microbiota, conocido como disbiosis, puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar la susceptibilidad a infecciones.

¿Cómo afecta nuestro estilo de vida a la microbiota y la inmunidad?

El estilo de vida moderno, con dietas poco equilibradas, estrés constante y uso frecuente de antibióticos u otros medicamentos que afectan al ph del estómago y al ambiente del intestino, puede alterar la microbiota. Aquí mencionamos algunos factores comunes que la afectan:

  • Dieta pobre en fibra: Los alimentos ultraprocesados y bajos en fibra alimentan a las bacterias "malas" y disminuyen la diversidad bacteriana.
  • Falta de sueño: Dormir mal afecta el equilibrio de la microbiota y debilita el sistema inmunológico.
  • Medicamentos frecuentes: Aunque necesarios en algunos casos, los antibióticos y otros medicamentos como los inhibidores de la bomba de protones, pueden alterar el ecosistema de nuestra microbiota complicando su normal funcionamiento.

Por ejemplo, si tus hijos toman antibióticos varias veces al año, su microbiota podría quedar debilitada, lo que a su vez afectará sus defensas y los hará más propensos a nuevas infecciones. En este caso, la administración de ciertos probióticos puede ayudar a reequilibrar la microbiota y minimizar así los posibles efectos negativos de los antibióticos.

Cómo cuidar la microbiota para reforzar la inmunidad

Afortunadamente, hay hábitos sencillos que pueden ayudar a mantener la microbiota en equilibrio y fortalecer el sistema inmunológico:

  • Come alimentos ricos en fibra: Incluye frutas, verduras, legumbres y cereales integrales en la dieta diaria. Ejemplo: Una ensalada con espinacas, zanahorias y aguacate es un buen punto de partida.
  • Evita los ultraprocesados: Reducir el consumo de bollería industrial y bebidas azucaradas es clave para una microbiota sana.
  • Incorpora alimentos fermentados: Yogur, kéfir o chucrut son ricos en probióticos naturales que ayudan a mantener la microbiota en equilibrio.
  • Suplementa con probióticos: Cepas específicas como, por ejemplo, Lactobacillus rhamnosus GG han demostrado ser eficaces para mejorar la inmunidad y reducir la incidencia de infecciones.

La conexión entre microbiota e infecciones

Cuando la microbiota está equilibrada, el sistema inmunológico responde mejor ante virus y bacterias. Por el contrario, una microbiota alterada puede dejar las defensas vulnerables. Esto es especialmente importante en los niños, cuyo sistema inmunitario aún está en desarrollo.

Por ejemplo, un estudio reciente mostró que niños que tomaban suplementos de Lactobacillus rhamnosus GG presentaban menos episodios de infecciones respiratorias y, cuando enfermaban, los síntomas eran menos severos.

¿Qué papel juegan la alimentación, el sueño y el ejercicio?

  • Alimentación equilibrada: Una dieta variada, rica en frutas, verduras y alimentos integrales, nutre tanto a tu cuerpo como a tu microbiota.
  • Sueño reparador: Dormir entre 7 y 9 horas al día ayuda a la microbiota a regenerarse y contribuye a un sistema inmunológico fuerte.
  • Ejercicio regular: Actividades como caminar, correr o practicar yoga favorecen la diversidad bacteriana en el intestino.

Claves para llevar a casa

  • Cuida la alimentación: Prioriza alimentos ricos en fibra y fermentados para mantener la microbiota saludable.
  • Considera los probióticos: Cepas como Lactobacillus rhamnosus GG pueden ser una gran ayuda para reforzar la inmunidad.
  • Evita desequilibrios: Reduce el uso innecesario de antibióticos y mejora hábitos como el sueño y el manejo del estrés.

Fortalecer la microbiota es una inversión en tu salud y la de tu familia. Con pequeños cambios en la alimentación y el estilo de vida, puedes ayudar a prevenir infecciones y reducir la necesidad de medicamentos. ¡Tu intestino y tu sistema inmunológico te lo agradecerán!