Vitamina E

Antioxidante: La principal función de la vitamina E es actuar como antioxidante, protegiendo las células del daño causado por los radicales libres. Los radicales libres son moléculas inestables que pueden contribuir al envejecimiento y a diversas enfermedades, incluyendo enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.

Función del  sistema inmunológico: Se ha estudiado su relación con la reducción del riesgo de infecciones y enfermedades crónicas.

Salud cardiovascular: Al actuar como antioxidante, la vitamina E puede contribuir a la salud cardiovascular al proteger el colesterol LDL ("colesterol malo") de la oxidación. 

Salud de la piel: La vitamina E es conocida por sus beneficios para la salud de la piel. 

Las fuentes dietéticas ricas en vitamina E incluyen aceites vegetales, frutos secos, semillas, germen de trigo, espinacas y otros alimentos de origen vegetal.