La menopausia es una etapa natural en la vida de cada mujer. Sin embargo, el proceso puede ir acompañado de síntomas incómodos y difíciles de sobrellevar. Desde los calores repentinos hasta los cambios de humor, cada experiencia es única, pero muchas compartimos inquietudes similares. A continuación, te explico cómo podríamos reducir algunos de estos síntomas a través de cambios en el estilo de vida y el uso de ciertos suplementos naturales. ¡Vamos a ello!
La menopausia es el momento en que cesa definitivamente la menstruación, generalmente alrededor de los 45-55 años. Este proceso ocurre porque los ovarios dejan de producir estrógenos y progesterona, dos hormonas clave en el ciclo reproductivo. Al desaparecer estas hormonas, el cuerpo responde de distintas maneras, generando síntomas que pueden ir desde leves molestias hasta sensaciones muy intensas.
Los síntomas más comunes incluyen:
Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración, pero, aunque el proceso sea inevitable, existen maneras de aliviar estas molestias
Los pequeños cambios en los hábitos de vida pueden marcar una gran diferencia. Muchas mujeres encuentran alivio al realizar ciertos ajustes, y lo bueno es que estos cambios son bastante accesibles. Aquí algunos que podrían ayudarte:
Una dieta rica en frutas, verduras, y fuentes de proteínas como pescados y legumbres ayuda a mantener el equilibrio. También es importante consumir alimentos con fitoestrógenos, como la soja y sus derivados, que imitan en pequeña medida los efectos de los estrógenos en el cuerpo.
Ejemplo: Intenta incorporar una ración de tofu o un batido con leche de soja en tu dieta diaria. Además de ser una fuente de proteínas, podría contribuir a equilibrar los cambios hormonales.
Mantener una rutina de ejercicio no solo fortalece los músculos y huesos (muy importante en esta etapa), sino que también ayuda a mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de fatiga. Puedes probar con ejercicios de bajo impacto como caminar, yoga o pilates.
Ejemplo: Si no tienes tiempo para ir al gimnasio, una caminata rápida de 30 minutos cada día es suficiente para activar el cuerpo y mejorar el ánimo.
La menopausia puede traer consigo una montaña rusa de emociones. Practicar la meditación, técnicas de respiración profunda, o actividades relajantes como leer o dibujar puede reducir el estrés y mejorar la calidad de vida.
Ejemplo: Al comenzar el día, dedica 5 minutos a respirar profundamente. La relajación puede ayudar a que los sofocos se presenten con menor intensidad.
La naturaleza nos ofrece un conjunto de plantas y nutrientes que podrían ayudar a sobrellevar esta etapa de forma más llevadera. Te explico algunos de los más recomendados y sus beneficios.
La cimicifuga es una planta que se usa tradicionalmente para mitigar los sofocos y mejorar el sueño. Su acción sobre los receptores de serotonina en el cerebro ayuda a reducir la frecuencia y la intensidad de los sofocos.
Beneficio adicional: La cimicifuga también podría aliviar los cambios de humor, ya que ayuda a mejorar el estado anímico.
La salvia es ideal para controlar los sudores nocturnos y los sofocos. Además, algunas mujeres encuentran que la salvia tiene un efecto calmante en el sistema nervioso, ayudando a reducir la ansiedad.
Consejo: Tomar infusiones de salvia o usarla en suplementos puede ser una forma sencilla de incluirla en tu rutina.
La maca negra es una raíz peruana conocida por sus propiedades energizantes. Esta planta no solo ayuda a mejorar la libido, sino que también contribuye a reducir la fatiga, algo que muchas mujeres experimentan en la menopausia.
Beneficio extra: La maca negra también apoya el equilibrio hormonal y mejora la resistencia al estrés.
La melisa es una hierba tradicionalmente empleada para reducir el insomnio y mejorar la calidad del sueño. También actúa como calmante natural, ayudando a regular el sistema nervioso y mejorar el estado de ánimo.
Ejemplo práctico: Una infusión de melisa antes de dormir puede ayudar a conseguir un sueño más profundo y reparador.
Las vitaminas B6 y B12 son esenciales para el equilibrio hormonal y la salud mental. Estas vitaminas ayudan a reducir el cansancio y el agotamiento, algo que muchas mujeres en la menopausia encuentran muy útil.
Consejo: Puedes encontrar estas vitaminas en carnes magras, pescados y cereales fortificados, o tomarlas en forma de suplementos.
La vitamina D3 es fundamental para la salud ósea, algo crucial en esta etapa, ya que el riesgo de osteoporosis aumenta después de la menopausia. También ayuda a fortalecer el sistema inmune y el estado de ánimo.
Recomendación: Exponerse al sol unos minutos cada día ayuda a que el cuerpo produzca vitamina D, pero también se puede complementar con suplementos.
Recuerda que cada mujer experimenta la menopausia de manera diferente. Algunas pueden encontrar en estos cambios de hábitos y suplementos el alivio que buscan, mientras que otras pueden necesitar diferentes combinaciones o consejo adicional, en ese caso habla siempre con tu profesional sanitario de confianza que seguro te dará los mejores consejos. ¡Lo importante es que sigas cuidándote y buscando lo que mejor se adapta a tus necesidades!